viernes, 8 de marzo de 2024

 

Maestrinas, profesoras y alumnas. 152 aniversario de docencia femenina en el Conservatorio del Liceo (III)








La docencia femenina en el Conservatorio del Liceo en fecha temprana convierte al Liceo en centro pionero en la incorporación de la mujer al ámbito musical, con anterioridad a los primeros ejemplos de mujeres profesoras del Real Conservatorio de Madrid o la Escuela Municipal de música de Barcelona, donde no fue hasta 1896 cuando fueron ocupadas dos plazas por mujeres: una de piano y otra de canto, más de veinte años después de que lo hiciera el Conservatorio del Liceo y solo con dos cátedras. 


La Vanguardia, 23 octubre 1896



Desde sus inicios, vemos mujeres pioneras que se introdujeron como profesoras en el Conservatorio del Liceo, aunque muy delimitadas en unas cátedras en concreto, como solfeo, piano y canto; con una presencia minoritaria en algunas, como en armonía y composición, y totalmente relegadas en otras, en instrumentos como violín o guitarra. Esta situación se irá modificando a medida que se sucedan los años. 

En los periodos reseñados, no hay mujeres en las cátedras de violín/viola, violoncelo, contrabajo, fagot, trompa, trombón, cornetín/trompeta, oboe, clarinete, saxhorn/saxofón, flauta/flautí, percusión, acordeón, según los estereotipos sociales sobre los oficios que "debían" realizar las mujeres, al igual que ocurría en la música. 

Respecto a la separación de las clases por sexos, en la documentación constan distintas clases para "señoritas", en las que no se enseña según qué tipo de asignaturas, tal y como refleja los recortes de prensa: 



La Vanguardia, 13 junio 1898


1) Maestrinas, auxiliares y profesoras en el Conservatorio del Liceo en la 2ª mitad del siglo XIX. 


Los primeros años de docencia femenina en el Liceo vienen dados por la incorporación de antiguas alumnas principalmente en las cátedras de solfeo, piano y canto, ocupando en mayor medida los cargos de profesoras auxiliares y maestrinas, como producto del incremento de alumnado que se produjo en esta época. 

En total fueron 22 mujeres que se incorporaron a la plantilla docente del conservatorio en la segunda mitad del siglo XIX:  



Tabla 1: Maestrinas, auxiliares y profesoras en el Conservatorio del Liceo en la 2ª mitad del siglo XIX.
Elaboración propia a partir de la tesis doctoral de Maria Serrat (2022)




Entre las maestrinas, auxialiares y profesoras, destaca Josefa Anglada, exalumna que ocupó el cargo de maestrina de las asignaturas de Historia de la Música y de solfeo en 1875, siendo posteriormente profesora suplente de piano. 

Antònia Roselló fue nombrada en 1883 profesora de solfeo, cargo que ocupó hasta 1894. 

Antonia Tous Caze también exalumna, quien está reseñada como alumna en el recorte de prensa del 28 junio 1885, consta como profesora de solfeo y piano desde 1888, reseñada en la hemeroteca del 25 agosto 1889. 

En las clases de solfeo, como maestrinas constan a partir de 1890 Aurèlia DalmauNeus Marxuach, Maria Davalillo Valgañón, diplomada como profesora de música en 1894 también fue nombrada profesora auxiliar de Teoría, Anna Soler así como Antonia Noguera (incorporada en 1889), Luisa Lacal y Consuelo Pérez, estas tres últimas también como maestrinas de piano, y en 1892, Concepció Roca, también maestrina de gramática musical, y Leonor Mur, maestrina de piano y solfeo; y en 1893, Elisa Beltrán como maestrina de solfeo. 


La Vanguardia, 23 agosto 1896




La Vanguardia, 4 abril 1894




Y como profesoras de solfeo en 1892, Jovita Compte, exalumna y diplomada como profesora de música, profesora suplente de solfeo supeior; Anna Aguilar, quien fue diplomada en música y piano en 1895 y nombrada primero maestrina de solfeo y posteriormente profesora de piano, y Paulina Depares Camps, en 1899, quien fue exalumna y diplomada como profesora de música en 1895. 


Diario de Barcelona, 26 sept. 1899, n. 269, p. 3



En las clases de pianoTrinitat Pagès fue otra exalumna del maestro Pere Tintorer Segarre de piano (que fue maestro del Liceo entre los años 1883-1891) que se inició como profesora auxiliar de piano en 1884 hasta su dimisión en 1895; Feliciana Santos fue la primera maestrina de piano que se conoce, también de cualquier otra especialidad; Antonia Julbes consta en 1893 solo como maestrina de piano. Otras maestrinas que compaginaban las clases de piano con las de solfeo, fueron las anteriormente nombradas Consuelo Pérez, Antonia Noguera, Luisa Lacal y Leonor Mur.  


La Vanguardia, 23 agosto 1895





También se incorporaron profesoras de idiomas, para el frances Matilde Darós, exalumna del conservatorio, cuya docencia se inició en la nueva cátedra creada exclusivamente para señoritas en 1886. 

En las clases de canto, la mujeres que se incorporaron a dicha cátedra fueron Rosa Vercolini, en 1887; Bardelli Giovanna, como profesora de canto desde 1887, sustituyendo por enfermedad a Vercolini, quien, según Maria Serrat, en 1899 "Bardelli cobra por estas fechas el doble 100 ptas/mes, que Tintorer 50 ptas/mes y que los alumnos de canto pagan 10 ptas". 

Entre las cátedras masculinizadas, destaca la de composición, armonía, contrapunto y fuga, un ámbito casi exclusivamente masculino en el que en fechas tempranas se introdujo una sola mujer, Antònia Noguera Berbois, exalumna que obtuvo el título de profesora de Música y Harmónium en 1897, siendo nombrada profesora auxiliar de armonía en 1898. 



2) Maestrinas, auxiliares y profesoras en el Conservatorio del Liceo en la 1ª mitad del siglo XX


En la primera mitad del siglo XX el número total de mujeres docentes del Conservatorio del Liceo asciende en número, 26 mujeres, pero a diferencia del periodo anterior la mayoría de ellas lo hicieron como profesoras, unas pocas como auxiliares y ninguna como maestrina, lo que indica una mayor profesionalización de la mujer. 





Tabla 2. Maestrinas, auxiliares y profesoras en el Conservatorio del Liceo en la primera mitad del siglo XX. 
Elaboración propia a partir de la tesis doctoral de Maria Serrat (2022)




Efectivamente, en este periodo se observan profesoras ya con sus correspondientes diplomas de música: Carme Font Iglesias, quien obtuvo el diploma profesional de música en 1917,  Montserrat Forns Parellada, diplomada en 1935, Concepción Compte Jordi, exalumna y diplomada como profesora de música en 1905; Carme Gombau Vilasis, exalumna y diplomada de profesora de música en 1921; Paulina Depares Camps exalumna, título de profesora de música y piano en 1895; Montserrat Sampere Mateu en 1894 obtuvo el título de profesorra de música y piano; Júlia Sicard Segú , exalumna, diplomada en Música y piano en 1903

También destacamos en este período la participación de algunas de estas profesoras en la publicación de métodos, como Paulina Depares Camps quien en 1915 fue coautora del nuevo método de música. 

Otra característica es la ampliación de las cátedras en las que se inscribieron, incorporándose la mujer como docente en las clases de órgano, idioma italiano o guitarra. 

En la cátedra de solfeo, fueron profesoras en 1935 María Asunción Coquard Font, quien estuvo un año como profesora auxiliar y después pasó a ocupar la plaza de los cursos elementales de Andreu Boy ; también en 1935 Concepció Compte Jordi, primero entró en 1926 como profesora auxiliar y pasó a titular de la cátedra de solfeo de grado superior, en los cursos 5º y 6º, en las clases para "señoritas", sustituyendo a Andeu Boy;  en 1939 Carme Font Iglesias, no habiendo ninguna maestrina y tres profesoras auxiliares, en 1921 Mercè Rubio o Rubilo, como vacante del profesor Bosom; 1944 Montserrat Forns Parellada y Paulina Depares Camps, profesora auxiliar de solfeo. Destaca Concepció Compte Jordi, exalumna con el diploma de profesora de música, piano y harmónium. 

El piano también fue otra especializada que se consolidó como un ámbito femenino, incorporándose en 1909 como profesora Paulina Depares Camps, quien también fue profesora de solfeo para canto, fue nombrada profesora de piano elemental; en 1927 Concepció Darné Dalmau fue nombrada profesora interina de piano y tres años después profesora de los niveles elementales y superior; en 1932 Montserrat Sampere Mateu, con anterioridad había sido profesora suplente; en 1933 Júlia Sicard Segú como profesora de piano, en 1939 Teresa Gracia Prats, tras unos años como profesora auxiliar. 


En las clases de canto fueron profesoras en 1914 Lluïsa Pierrich de Munner, que sustituyó a Bardeli; Camila Clerici en 1920, nombrada como profesora interina de canto, sustituyendo a Pierrich y al año siguiente como titular; en 1935 Dolors Frau Julià, que tuvo una larga carrera como profesora de canto hasta su jubilación en 1963; en 1944, Vicenta Palanca Gil de Darder, como auxiliar de canto de Dolors Frau, trabajo que compaginó con el de auxiliar de piano nombrada en 1935; Eugenia Kemmany Kirschner de Carranza en 1948, 
En 1945 se abre una nueva cátedra de lieder, siendo nombrada profesora Mercè Plantada Vicente, quien también dio clase de canto y canción española; 

Auxiliares de canto, Nina Grieg de Raventós en 1944; en 1949, Carme Gombau Vilasis, en 1949 es nombrada profesora auxiliar de canto y en 1970 consigue la cátedra al sustituir a Kemmany. 

Las clases de declamación en lengua castellana fueron impartidas por Marta Grau Porta en 1933, compaginando a partir de 1940 la docencia de los cursos elementales de declamación en el Conservatorio del Liceo y los superiores en el Institut del Teatre, una vez que se había separado de su sede originaria en dicho conservatorio. 
En este departamento fue desde 1939 Montserrat Grau Porta profesora auxiliar.

Nuevos departamentos en los que se introdujeron mujeres como profesoras fueron el de armonio o Harmonium y órgano, en el que en 1900 entró Antonia Noguera Berbois como profesora auxiliar y en 1933 Concepció Compte Jordi, quien compagina su profesorado en este departamento con el de solfeo. 

Por último, en el departamento de Arpa, en 1904 se incorpora María Dolores Cortinas Bosch como profesora numeraria, y en el de guitarra, Renata Tarragó como profesora auxiliar en 1945, y en el departamento de italiano, Amalia Negri Marelli en 1935





3) Maestrinas, auxiliares y profesoras en el Conservatorio del Liceo en la 2ª mitad del siglo XX. 



A partir de los años 50 la docencia en el Liceo se estabiliza, especialmente en las cátedras de piano, arpa, solfeo y canto, y se incorporan a nuevas clases por primera vez, como musicología, historia y estética o música de cámara. 

Pese a la regresión que en este período sufre la incorporación de la mujer al ámbito laboral, la docencia sigue siendo una de las áreas en las que se encuentran más mujeres. 




Tabla 3. Maestrinas, auxiliares y profesoras en el Conservatorio del Liceo en la segunda mitad del siglo XX. 
Elaboración propia a partir de la tesis doctoral de Maria Serrat (2022)




En el departamento de piano, junto a las profesoras ya establecidas en el Conservatorio del Liceo del período anterior y que muchas de ellas se jubilaron en este, como Júlia Sicard Segú, Teresa Gracia Prats o Vicenta Palanca Gil de Darder, se van a incorporar nuevas profesionales; en 1950 Elsa Sánchez Gracia entra como profesora auxiliar para hacerse cargo posteriormente de los cursos iniciales hasta el nombramiento de Mercè Llatas Serrat en 1950 como profesora titular tras ser auxiliar;  Núria Roca Fores en 1954 como profesora de piano de los niveles elemental y medio;   Mercè Comín Vidal, quien fue profesora auxiliar de piano así como de solfeo desde 1955; Concepció Ribó Boadella, primero como profesora auxiliar para ocupar después la cátedra de piano elemental en 1957; Vicenta Palanca Gil de Darder en 1961 ocupa la cátedra de piano elemental y con anterioridad fue profesora auxiliar de canto. Por último, Maria Gibert Camins en la década de los 60 fue nombrada profesora de piano, así como de Harmonium y órgano, siendo como anterioridad profesora auxiliar en dicha cátedra.

En la cátedra de canto, nuevas incorporaciones como la de Carme Gombau Vilasis en 1970. En la cátedra de solfeo en 1958 Neus Berge Gil y Rosa Sadó Andreu, ambas como profesoras auxiliares de solfeo, siendo nombrada Rosa Sadó subdirectora del Conservatorio del Liceo en 1984.

En Arpa, Maria Antonia Cortinas Bosch en 1953, quien era exalumna y obtuvo su diploma como profesora de arpa en 1915, fue nombrada profesora auxiliar. En armonía, en 1957 Maria Lluïsa Gorrindo de Nadal y Montserrat Sugrañes Cunill, profesora titular y auxiliar, respectivamente. 


Nuevas cátedas, como la de acordeón, para Josefa Sellés de Perelló, en 1955; Montserrat Pagès Termens, nombrada en 1956 como profesora auxiliar de la cátedra de Historia de la Cultura, Música y Estética y Musicología, siendo sustituida en 1966 por Montserrat Garriga Albertos. Por último, una cátedra fuertemente masculinazada era la de composición y música de cámara, clases a las que pudo acceder por primera vez una mujer en 1951, Maria Canela Esteve, siendo nombrada profesora interina de música de cámara, cargo que ocupó más de tres décadas. 






Maestrinas, profesoras y alumnas. 152 aniversario de docencia femenina en el Conservatorio del Liceo (II)




Imagen del teatrino con las aulas en los laterales del antiguo Conservatorio del Liceo



Por ser el conservatorio del Liceo pionero en Cataluña inaugurándose en 1837 con el nombre de "Liceo Filarmónico Dramático Barcelonés de Montesión" (ver entrada en este mismo blog aquí ), hemos de buscar en su historia los primeros nombres de mujeres que se dedicaron a la enseñanza musical en centros especializados. 

No fue hasta años después de la inauguración del Conservatorio cuando se incorporó la primera mujer como maestrina de piano, en 1872. 

Si tenemos en cuenta, como hemos expuesto en la primera parte de esta entrada, (ver aquí), que las leyes para la instrucción de la mujer fueron decretadas a partir de 1857 y que, hasta las leyes de Albareda en 1882 no se permitía que las mujeres pudieran acceder a grados medios y superiores, lo que impedía a su vez que pudieran formarse para trabajar de la música, estas primeras mujeres que vemos como maestrinas de piano, solfeo y canto, fueron auténticas pioneras, adelantadas a su tiempo, con la formación suficiente como para poder enseñar a alumnas. 





No tenemos la suficiente información como para afirmar que estas profesoras solo daban clase a mujeres, aunque seguramente, como ayudantes, darían impartirían lecciones también a los hombres, dado el mayor número de estudiantes de género masculino. 

En algunos casos, sí constan que daban clases solo para "señoritas", como Carme Font Iglesias quien "Se reincorpora después de la República (JD 21.07.1933) y fue nombrada profesora de 1r, 2º y 3r de Teoría del solfeo (para señoritas) en sustitución de [Mª Asunción] Coquard, que fue destituida" (María Serrat, 2022, p. 276). 




Una de las primeras noticias sobre la asistencia de mujeres como estudiantes al conservatorio data del 1883, en la que citan a Josefa Anglada como maestrina de la asignatura de Historia de la Música y de solfeo, pasó a ser profesora interina y acompañante suplente de piano, aunque seguramente, las mujeres estudiaron con anterioridad en el Conservatorio del Liceo, ya que las primeras maestras fueron exalumnas de la escuela, como Josefa Anglada: 


La Vanguardia, 6 septiembre 1883


Antonia Roselló ocupó el cargo de profesora de solfeo desde 1883 hasta 1894, y en las crónicas de La Vanguardia aparece también como profesora en la sección de piano, que dirigía Pedro Tintorer, junto a Morante, de quien no tenemos más datos: 



La Vanguardia, 4 julio 1884



La Vanguardia, 30 diciembre 1884





La Vanguardia, 17 noviembre 1885



En pocos años, el número de profesoras que se incorporan como docentes va aumentando, como refleja la reseña en La Vanguardia del 25 de agosto 1889, si la comparamos con la arriba mostrada del 6 septiembre 1883. 


En relación con las alumnas, hay que recordar que, como hemos indicado en el primer apartado, el derecho a la educación de las mujeres en grados superiores solo se consiguió tardiamente, por lo que hay poca información sobre las primeras estudiantes que fueron a aprender al Conservatorio del Liceo. 

En 1883, se hace publicidad de la matrícula para ambos sexos y en 1884 consta el nombre de otra alumna del profesor de piano 

Teniendo en cuenta que había un interés por parte del conservatorio de promocionar a los alumnos excelentes siendo contratados como profesores una vez finalizados sus estudios, no es de extrañar que sus nombres figuren después en las nóminas. 


En el listado que destacó La Vanguardia, sin embargo, de las numerosas alumnas femeninas que obtuvieron altas cualificaciones, tanto en niveles intermedios como superiores, solo dos, Antonia Tous Caze y Trinidad Pagés fueron posteriormente profesoras de piano, quizás debido a que, pese a que las leyes otorgaban el derecho de la mujer a poder trabajar como docentes, socialmente todavía no estaba tan bien visto y costaba conseguir ese reconocimiento social: 



La Vanguardia, 28 junio 1885



Las alumnas, al igual que sus compañeros masculinos, realizaban audiciones públicas en el Teatro del liceo, bien en actos de entrega de premios o como actuaciones puntuales: 





En la siguiente entrada, vamos a detallar un listado de las mujeres que trabajaron como maestrinas, auxiliares o profesoras en el Conservatorio del Liceo, dividido en tres apartados según las fechas cronológicas: uno desde 1870 hasta 1999; un segundo período 1900-1949 y el último de 1950 hasta 1970, siguiendo el material publicado por María Serrat en su tesis doctoral. 


 

Maestrinas, profesoras y alumnas. 152 aniversario de docencia femenina en el Conservatorio del Liceo (I)








Fachada del Teatro del Liceo con el acceso al antiguo Conservatorio del Liceo, 
entrando en los arcos a la derecha



     La presencia de la mujer en la enseñanza de los estudios musicales está relacionada con su inclusión en los planes de estudio de la educación general, largo proceso que fue posible con la creación y el reconocimiento de los planes de estudio musicales. 

    En el siglo XIX, el régimen liberal impulsó distintos sistemas de instrucción pública que significaron un ligero avance para la educación femenina, aunque dichos  planes se centraran preferentemente en los hombres, ya que su objetivo era disminuir los altos índices de analfabetismo existentes.

   La necesaria incorporación de la mujer en las actividades docentes se relacionó previamente con su reconocimiento a recibir una educación, derecho que tardó el consolidarse, ya que la Constitución de 1812 en su Art. 366, Cap. IX solo se citaba el Derecho a la educación para los niños y no para las niñas. 

No fue hasta la elaboración de informes posteriores a la redacción de la Constitución, como la Ley de Instrucción pública, conocida como La Ley Moyano, del 9 septiembre 1857, que significó un avance en los derechos de las mujeres para recibir una instrucción.  





   En esta Ley de Instrucción pública de 1857 se decretó la obligatoriedad de que las mujeres recibieran una educación, aunque solo en el nivel elemental y el aprendizaje de las labores del hogar, por lo que no tenían las mismas asignaturas que sus compañeros masculinos. 



Gaceta de Madrid Nº 1710, 10 septiembre 1857
"Real Decreto 9 septiembre 1857"


   De la división que estableció la Ley Moyano en tres niveles educativos, enseñanza primaria, media y superior, solo se permitía la educación de la mujer en la enseñanza primaria, de entre 6 a 9 años, y en escuelas con separación de sexos. 

  Pese a sus múltiples carencias, como el otorgar un salario inferior a las maestras que a los maestros, la Ley Moyano impulsó la formación de las mujeres a través de la creación de la Escuela Normal de Maestras en 1858 y fue la primera vez que se reconocía como un derecho la formación de las Mujeres. 

 


Gaceta de Madrid Nº 1710, 10 septiembre 1857
"Real Decreto 9 septiembre 1857"




   Esta ley del 9 de septiembre 1857 recogió por primera vez el régimen jurídico de las enseñanzas artísticas, en el que el estudio de las Bellas Artes comprendían la pintura, la escultura, la arquitectura, y la música (uniendo la música y la declamación), 


En el Real Decreto del 7 de junio 1878 se recogía con mayor detalle las enseñanzas musicales: 

                      Desde luego se comprende que en una Escuela especial de Música y Declamación debe hacerse ante todo diferencia de los estudios fundamentales y de aquellos otros que pueden considerarse como de aplicación: Cátedras de composición, de armonía y de canto, para la sección de música; otras, bien organizadas, de la teoría ó historia del arte dramático y de sus relaciones con la lírica en la escena, para las secciones de declamación: tales son los estudios que, además de los elementales y de los de indispensable aplicación, incumben principalmente á la enseñanza oficial: los especiales de otros instrumentos deben, alentarse y mantenerse, pero no con el carácter de clases necesarias que formen parte integrante del cuadro del establecimiento. En el que hoy se propone á V. M. quedan dos Cátedras de composición; dos de canto; dos de armonía; seis de instrumentos especiales; una de lengua italiana, y las precisas de solfeo; las dos secciones de declamación estarán á cargo de tres Profesores. (Cit. Real Decreto 7 junio 1868, en Gaceta de Madrid Año CCVII, Núm. 172, 20 junio 1868


Con los años se fueron redactando leyes que fueron incorporando a la educación a las mujeres y como maestras, aunque seguían ganando menos que sus compañeros varones: 



Gaceta de Madrid Año CCVII, Núm. 172, 20 junio 1868
Real Decreto 7 junio 1868



Posteriormente, en las Reformas de Albareda en 1882 se amplió el derecho de la mujer a una enseñanza superior y profesional, no solo elemental.  Real Decreto 17 marzo 1882



Real Decreto 17 marzo 1882 
Gaceta de Madrid, Año CCXXI, Núm. 77, 18 marzo 1882, Tomo L, pág. 905







Con la creación en 1900 de un Ministerio de Instrucción Pública y Bellas Artes, se decretó un posterior Real Decreto el 8 septiembre 1901 en el que se igualó la educación de las mujeres con la de los hombres, pudiendo participar como docentes. 







Real Decreto 8 septiembre 1901
Gaceta de Madrid, Año CCXL, Núm. 258, 15 septiembre 1901