martes, 16 de octubre de 2018

LA GUITARRERÍA EN CATALUÑA (I). RAÚL E ISMAEL YAGÜE (2)

LA GUITARRERÍA EN CATALUÑA (I). RAÚL E ISMAEL YAGÜE (2)









(continuación de la entrevista a Raúl Yagüe, ver la primera parte aquí)

¿Hay alguna característica especial de la escuela catalana de guitarreros?
Aquí estuvieron Enrique García y después el señor Simplicio, ya tenían la escuela catalana. Había diferencias en el número de barritas, la tapa armónica. Había visto una García con el espejo, en la primera guitarra que hice, además de copiar de aquella Valenciana, el abanico lo hice igual, cuatro en un lado, la barrita en el centro y tres en los bajos. Y así hicimos la primera.




(imagen extraída blog Guitar Salón aquí)


Además de conocer al Sr. Fleta, a la vez conocí a Don Enrique Coll, maestro de maestros, ese es lo más grande que he visto yo en perfección de hacer las cosas, en la marquetería y estas cosas. Lo conocí a través del vecino, que me decía: -'Raúl, un día tienes que ir al suegro del hermano de mi mujer que hizo guitarras hasta cuando acabó la guerra y durante la guerra hizo una que tardó tres años en hacerla'. Yo no me fiaba pues no sabía realmente cómo era ese señor, quizás era una cosa mala, como aquellas reproducciones que habían de las Torres, que estaban tan mal hechas las marqueterías. Fuimos a conocerlo y el viejito, que ya tenía ochenta años casi, era muy sencillo y demasiado modesto, creo que demasiado, hay que enseñar las cosas que se hacen, que las vean los demás. Si una cosa es buena, hay que enseñarla, y no lo enseñaba porque había hecho una reproducción de la mejor Torres del mundo, no como las falsificaciones que ponen una etiqueta falsa de Torres, él ponía "Construido por Enrique Coll", la etiqueta era de plata, con tornavoz que no se podía ver el interior.

Hubo el encuentro y me dijo - '¿Así, usted se va a hacer una guitarra? todos hacen guitarras', -'Hace veinte años ya me hice una y la vio la Peña Tárrega y era sencillísima para tocar y le gustó cómo sonaba. ¿Qué día le puedo traer la tapa armónica y la boca que tengo hecha?'. Tal día fuimos y llevo la guitarra, iba yo con mi niño pequeño, el mayor. Cuando la vio, nos dijo: -'Ustedes harán guitarras.', -'No, haremos dos, una para mi hermano y esta que es la mía'. Ya vio el trabajo que era como el que hacían ellos, como lo que hacía Torres, la espiguilla y estas cosas. El hombre vio que íbamos a hacer guitarras buenas.


Guitarra Enrique Coll, 1934
(Imagen web guitarra clásica del camp aquí)


En seguida teníamos clientes. Sainz de la Maza también conocía nuestras guitarras, por ese individuo que quería ser socio nuestro, y cuando fuimos a llevar la nº1 a Sainz de la Maza, Eduardo, nos hicimos grandes amigos de todos los hemanos Sainz de la Maza (una hija del hermano del pintor, Francisco, trabajaba en el museo y eso nos facilitó el entrar por la puerta grande en esas familias). Pues cuando la vio, la tocó y nos dijo -'De muebles os doy medalla de oro, pero yo en el sonido de esta primera todavía no me apunto, no me apunto a una Yagüe todavía.' Allí habíamos hecho los abanicos, cuatro y tres a un lado.

En la segunda de mi hermano, ya fuimos trabajándola, le pusimos nueve barras armónicas y ya diferente, ya fuimos a parar a la escuela Fleta, no copiando las cosas vistas pero sí las cosas técnicas del sonido, no rechazar ni desmontar una, no un golpe de ojo, ves que hay nueve, tú te lo distribuyes y vas modificando hasta que encuentres, como dijo Ignacio Fleta, -'Ya encontrarán el sonido'.

Al acabar la segunda guitarra, Eduardo Sainz de la Maza nos dijo: -'A esta ya me apunto, igual, con los mismos dibujos que la otra. Ahora ya puede empezar la mía', -'Pues maestro, ahora no, que tenemos siete u ocho pedidos', y cuando le tocó su turno, la tuvo. Nos trajo amigos y alumnos para venderles guitarras, nos dijo también una cosa: -'Yagües, hermanitos, no empezar a construir guitarras en serie porque sería una lástima, para hacer dinero'. Yo le dije: -'Mire, maestro, aunque viviera usted ciento cincuenta años, eso nunca lo verá, que yo haga cantidad y con avaricia, no, no. Nosotros vamos a hacer lo mejor que se pueda hacer.'



Eduardo Sainz de la Maza en el taller Yagüe
(Imagen extraída web Raul Yagüe Luthier aquí)


¿Qué diferencias encuentras con vuestra escuela y los jóvenes actuales que empiezan?
Han ido modificando, los madrileños por un lado, los de Granada por otro, las barras armónicas, toda va cambiando. Algunos jóvenes van copiando nuestras cosas, hay un íntimo amigo nuestro que es también ebanista, Francisco Montero, que tiene su hermano en Córdoba. Este me dijo un día, yo le había dejado un par de guitarras para que me echara pistola, me dijo: -'Lo siento, pero he copiado las tripas de la tuya.', -'Pues en parte has copiado lo de la escuela Fleta, porque yo no me muevo de aquí, a mí me gusta este sonido, me gustan las de otros sitios, pero yo no me quiero apartar del sonido y calidad de la Fleta.'


Raúl Yagüe con Francisco Montero
(Imagen extraído web Raúl Yagüe Luthier aquí)



La desgracia es no haberlos tenido a ellos de maestros, porque por suerte, no fui discípulo de un señor que nos quiso preparar para hacer una factoría y entró un amigo nuestro, era una mala construcción de serie. Esto era antes de empezar a hacer estas ya en serio, en el año 1954-55. Nos dijo a mi padre, mi hermano y a mí, -'Ya les enseñaré yo a hacer guitarras', un hombre que jamás enseñaba el taller. Luego vi las Torres del Sr. Petit y las Fletas, nada que ver con aquello, que llevan su espiguilla, esa cosa perfecta. Es cuando vi lo que era una buena guitarra. Quería adiestrarnos para hacer una factoría. Hubiéramos hecho dinero, luego se han hecho famosas como guitarras de estudio con precios baratos, hubiera sido todo lo contrario a nuestra forma de ser.

A los jóvenes les enseño muchas cosas, cada vez introducen maquinillas nuevas, todos los que han entrado en Can Yagüe a consultar, si antes hacían en un mes dos guitarras, ahora están tres meses para hacer una y vale más dinero. Ahora no te pagan la etiqueta, te pagan el sonido, suena mejor porque empleas más tiempo. Hay muchos que son guitarristas y luego hacen guitarras, por ejemplo ha venido un cubano y hay un japonés que quiere ser mi discípulo, pero yo le digo:

                                                                          Me pidió un japonés,
                                                                         que le enseñe a hacer guitarras,
                                                                        !Cómo quiere que le enseñe,
                                                                         si de eso no sé hacer nada!


Yo nunca le pregunté a Enrique Coll, -'Maestro, ¿y esto, cómo se hace?', él me dijo cuando me enseñó su guitarra: : -'Joven, usted en esta guitarra, ¿qué es lo más difícil que ve?, -'Yo veo esto de la greca y lo de los rombitos', -'¿Y cómo lo sabe?', -'Hombre, porque soy ebanista y lo veo que tiene que costar.' Yo había visto las Torres auténticas en una exposición. José Luis Romanillos, compañero nuestro, les había llamado muchas veces para exponerla en Madrid, París, New York, nunca la quiso dejar el Sr. Petit, no se fiaba. Y cuando en esta exposición, en París, nos dijo: -'Yo les he dicho a los que organizan que si va un Yagüe y les abonan la estancia, esa guitarra va, sino no va.', -'Tanto esta como la reproducción', que dicho sea estaba mejor hecha aún que la auténtica porque además era un gran ebanista, Coll. Estuvo tres años restaurando durante la guerra el original. El Sr. Mario, el propietario, nunca llegó a saber que existió esa reproducción, porque la hubiera querido comprar y Coll nunca se lo dijo. Una cosa que le hice mal al Coll, que me dijo que le comprara cuerdas y la cordara. Y yo me negué, pues yo no podía poner mis zarpas en esa obra. Ojalá ahora le hubiera dado ese capricho. Esta copia la pudo ver el difunto Petit, se lo pidió al Maestro y fuimos y al irnos, me dijo Petit: -'Yagüe, pero la mía suena mejor', porque medio la afinó con las cuerdas que tenía de treinta años.  



¿Vuestra técnica de construcción es totalmente artesanal? ¿Cuánta producción anual hacéis?
En eso yo soy un tipo raro, hablo de mí porque mi hermano ya no viene al taller desde hace tres años, aunque está jubilado [del trabajo en el museo] pero está cuidando de la madre. Hemos hecho mástiles para guitarra, los mangos, haces quince o veinte a la vez y ya tienes para un montón de años, y luego puentes, ocho o diez, y estás tiempo. A lo mejor estás haciendo una caja que el zoque ya tiene quince años, el mango también. En un momento dado tienes muchos elementos y la haces más rápida. En eso somos amateurs, yo nunca he sabido cuánto tiempo he tardado en hacer una guitarra. Eran guitarras por encargo, pero luego por culpa de los traficantes, nos vimos solos, pero yo seguí investigando y restaurando grandes obras de guitarras buenas. Podíamos hacer al año tres o así, porque trabajábamos también en el museo. Todas las vacaciones, domingos y fiestas, yo iba al taller, no iba a casa. 



El taller Yagüe
(Archivo personal)


¿Estás de acuerdo con la nueva tecnología o prefieres lo artesanal?
Los que hacen todo en serie deben de tenerlo todo mecanizado seguramente. Hasta la marquetería, que es el sello de cada maestro, venden por poco dinero las bocas y son vistosas. Pero, cómo vas a poner esto en una guitarra que valga un millón [de pesetas] y también lo encuentres en otra que valga cincuenta mil pesetas... Nosotros todo lo hemos hecho artesanal. Hicimos seis u ocho con greca en redondo, eso fue estreno mundial, y lo de las flechas. Lo de la greca en redondo está en el libro del Romanillos en plano, y ya es difícil sacarlo plano pues en redondo no digo nada, no se atreven. Busqué la técnica, después de hacerlo en la pala, para hacerlo en redondo, y lo encontré. Esta es una característica Yagüe de esta segunda época.


Grecas de la boca de la guitarra características Yagüe
(Imagen extraída blog Raúl Yagüe Luthier https://raulyagueluthier.com/guitarras/)


Roseta en tapa armónica
(Archivo personal)


Otra característica es el puente. Cuando Fleta lo vio, dijo que tenía una forma aerodinámica. Aquella primera guitarra la vendí a una chica alemana, que no sé por qué lo hice. Después, esa guitarra la abrí y le puse las tripas como las hacemos ahora, en vez de las tripas desequilibradas, tres en un lado, la del centro y en el otro cuatro, y ahora hacemos nueve y hemos restaurado antiguas así.

Ahora tenemos una Enrique García abierta que la compramos a una señora, le pudimos comprar, y  una Torres por poco dinero. Ella quería que hiciéramos de intermediarios hasta para un museo, le dijimos: -'No, que irá allí a la chatarra, que la tenga alguien que la toque, aunque sea un coleccionista nada más."



Etiqueta Hermanos Yagüe
(Archivo personal)



Ahora hemos llegado en el sonido a una cosa que ya no vamos a cambiarlo, yo ya he aprendido mucho y me han costado millones de pesetas, el no tener torre [una casa de campo], ni un buen coche, debido a que yo acabo una y, si no me parecía bien, malo, porque nada más ponerle las cuerdas no ha dado el sonido. Y me inventé unas herramientas y los espejos que tengo para trabajar por dentro y le quitaba altura o le ponía a esas piezas. Me ha costado muchas estrecheces en la familia. He pasado apuros y por eso muchas cosas de la marquetería, para nada voy a explicar cómo lo hago yo, ya tienen en el libro las fotos y despiezado. Yo no me atreví nunca a decirle al Maestro Coll cómo se hace, y sé que estuvo de socio con Joaquín Fleta durante nueve meses antes de la guerra, y yo creo que a su socio no le explicaría cómo había resuelto él lo de las grecas. Es una cosa de él, es un sello característico de cada constructor. Yo una de las cosas estuve cinco años rumiando y un día me vino la idea durmiendo en la cama, y tardé cinco años en hacerlo, pero ya sabía cómo se podía hacer. Ahí está el calvario, saber cómo es y no saber hacerlo, saber cómo se hace y faltar manos y herramientas. Por eso en el libro de Romanillos, esos despieces en recto de la greca están los rombitos, yo muchas cosas se las expliqué al Romanillos y otras que ha puesto él en sus libros, su sabiduría, y las ha explicado también, el hombre.



Los utensilios en el taller Yagüe
(Archivo personal)


- ¿Raúl, cómo se construye una guitarra?
Yo, cuando doy charlas, yo digo que voy a decir cómo hacemos nosotros una guitarra, no cómo se hace, porque el estilo tradicional lo hace de otra forma, todo a más cara de no tardar tanto y construir. También diré que para construir, mejor dos guitarras llevadas a la vez porque, cuando encolas una cosa, estás preparando la otra mientras se seca. Al día siguiente ya tienes aquello seco, desmontas lo que has encolao, no como las que hagan en serie que seguramente pondrán de seis en seis y unos pesos y yo considero que es un apegado, no un encolado. Yo digo los que hacen la escuela tradicinal harán primero eso y lo otro, nosotros me es igual empezar por hacer fondos, puentes, yo hago el mástil, si ya lo he hecho antes, mejor, ya lo tienes a mano, vamos a hacer la marquetería de la boca, se la pones, ya está, hasta que no la pones no puedes construir nada de dentro, de la tapa, porque necesitas para encolar el mosaico que esté sobre una base plana y allí colar con unos aprietos. Cuando ya lo tienes encoladito, la refunda, a ver si ha quedado bien la marquetería.



Tapa armónica
(Archivo personal)




Ahora vamos a ir por lo de la boca, por dentro, el refuerzo. Luego ponemos un refuerzo que hay debajo mismo del puente, está ubicado una cosa así, ovaladita pero alargada, es como un refuerzo muy majo y eso también lo ponemos primero.

Luego ponemos el abanico, que marcamos con una plantilla, o mejor dicho tenemos una plantilla hecha que la ponemos encima en su sitio y allí ya cortamos la largada de cada barrita armónica, le hacemos un ajustaje para que siente y quede plana encima de esa lengüeta, que he dicho está debajo del puente. Has de ajustar el grueso de esa piececita, le has de abrir unas oberturas en el puente, en las barritas, y por medio de esto, lo encolas todo bien y las suficientes horas de secado que le convengan.


El abanico guitarra Yagüe
(Archivo personal)


Y con las mejores colas, que por cierto, cuando restauramos algunas Torres, García o Pagés o la que sea, antigua o de otros maestros de más acá, que están hechas con cola caliente, le ponemos la misma cola. Los violines me parece que aún lo hacen todo con cola caliente porque así lo pueden desmontar bien cuando han de hacer algún arreglo. Nosotros con la cola que gastamos, la Rai, una cola muy buena que tiene varias modalidades de cola para según qué cosa. Como venden potes de 10 kg, enseguida te pones con un amigo o con dos, -'Oye, ¿vamos a Badalona, a la fábrica, y repartimos la mitad?', porque yo me enteré después de unos años que, al año y medio, esa cola no sirve. Y no lo sabía pues teníamos cola de tiempo.


Y después de la tapa armónica, cuando hemos puesto las barras armónicas, ya ponemos las barras transversales. Le ponemos cuatro nosotros, que estas una vez encoladas y modeladas a la forma esculpidas -queda bien esa palabra, el escultor del sonido, cualquier constructor es escultor del sonido-, ya las encolas en su sitio, bien marcadas, marcas el centro para que no se corra ni a la derecha ni a la izquierda, bien, todo graduado y hermanado, lo encolas, y eso, lo dejas apartada la tapa.

El fondo lo mismo, encolas y poniendo en el centro el adorno que va a llevar, luego todo el perímetro de la guitarra, toda la silueta en los ángulos, todo fileteado, en el centro del fondo también hay que poner un regresit con los filetes, uno a cada lado, lo encolas a su tiempo, lo sacas y parece mentira que una cosa de tres milímetros y medio sea tan fuerte que queda como una pieza. Cuando ya está eso, lo refundes por dentro, lo pones al grueso al fondo y ya lo encolas, le pones cuatro, escuela catalana de Fleta, otros también lo ponen copiando de este sistema bueno, y ya tenemos las cuatro barritas armónicas de esta travesera, ya se guarda aparte, para preparar los aros.





Ya los aros los has rebajado y calibrado a mano. Los moldeas, les das la forma con el molde, vas mirando con una fugana eléctrica. Yo en la primera que me hice de jovencito, lo que sufrí que ni sabía cómo lo accioné, me pensaba que era de contraplacado, ahora las hacen de contraplacado, esas baratas serían... Hacen unas contraplacadas que salen de allí para ocho o diez aros, para media docena de guitarras de una pieza que venden en Valencia. Yo no sabía, un día al pasar por la calle Ancha, en el taller de Enrique Sant Feliu o del Estruch, también grandes amigos, pues vi que doblaba algo de un aro, así como carbón en una chimenea. Cuando me hice la primera de un tubo de chimenea, yo la ovalé un poco, picando, y me puse unas patas con remaches y me quemaba, ponía unas llamaradas. Eso tiene mérito. Luego he tenido estufas de todos los sistemas, y ahora nos casamos con ésto u otro, como decía Massó: -'Jo ja amb caso amb aquest abanico.' [-'Yo ya me caso con este abanico], yo ya he encontrado mi sonido bueno y ya no me muevo.

Massó no llegó a acabar una guitarra que tenía antes de morirse, por el trabajo que tenía en otras cosas para poder comer. Él decía que cuando se jubilara, ya haría guitarras. El material lo compramos nosotros y había una tapa armónica que no era de cedro de Canadá, era de otro, que a mí no me gustaba. Tenía ya con su mosaico, con su lira, y tenía hecho el puente con la misma lira, en vez de redonda en recto, y su mástil hecho allí, no había marquetería y allí me dejó la hija poner la greca, pues queríamos haber hecho una en conjunto, la puse en la tapa y en el mástil, y a los lados los rombitos, y el mango con el sistema como hacen los Fleta, en eso hay muchas ventajas, al filatear, no te estorba el mango para nada, vas así con la fresita porque hay maquinitas para abrir los garces, para los fileteados que lo hacen mucho mejor que a mano, perfecto y en poco tiempo. La guitarra aquella la acabé y la barnicé, la madre y la hija guitarrista estaban tan agradecidas que me trajeron algo "cremat" [quemado].


(Imagen extraída blog Raúl Yagüe Luthier https://raulyagueluthier.com/guitarras/)



El mástil se pone con una mecha de cola de Milano y vas ajustando y le das la inclinación que tú quieres darle, hacia delante o hacia atrás. Nosotros cogemos una regla que tengo, con la forma de la caja, mientras la mecha aprentando fuerte, fuerte, y vas ajustando, estando horas para ajustar uno, pero cuando tú lo has puesto, va al sitio que tú quieras, lo encolas y ya está.


Zoque desmontable
(Archivo personal)

Le pones después el ébano, ajustado con dos trozos. Los tradicionales lo ponen recto, lo encolas y lo encolas. Luego, lijar, pulir y barnizar. Las cuerdas también se ponen, el clavijero lo hacen señores que tienen máquinas especiales que son mecánicas y el estuche lo podríamos hacer artístico, de madera.




Guitarras Yagüe
(Archivo personal)




(Archivo personal)

[Traducción:
                                                                          EL PARTO

Sí, estoy contento.
Cuando digo "mañana asistiré a un parto", quiero decir:

         Después de trabajar 30 años como ebanista, y unos 20 más estudiando la construcción de la guitarra, por fin, hemos conseguido mi hermano Ismael y yo, hacer una guitarra que por primera vez me he visto satisfecho de nuestro trabajo. Hemos conseguido, aquí en Cataluña, hacer un instrumento con tres creaciones que antes no había realizado nadie -y pienso que se tardará tiempo en poderlo igualar-. Aunque, sin embargo, estamos preparados siempre para crear nuevos proyectos por si los japoneses nos igualan el listón de esta altura conseguida. Dios nos ha dado el premio que, aparte de ser bonita la guitarra, tiene unas voces celestiales. 
        Para mí, es demasiada alegría. Estoy contento. Sí. Muy contento. Por eso, después de una gestación de 59 años, después de haber sufrido grandes calamidades y con este feto de 20 años de riguroso estudio, ahora podemos brindar a la gente de la música, modestamente y con orgullo, esta pequeña obra. 
           Trabajaremos para conseguir nuevas metas. Por eso, cuando digo "mañana asistiré a un parto", me refiero al nacimiento de una guitarra. Esto quiere decir ponerle las cuerdas, ajustar los huesos. Y ya ves que es como una hija que ha llegado al mundo.
Ves cómo es de bonita, tanto de alma como de presencia!.
         Y me despido diciendo que si todos los que estamos en el mundo de la guitarra somos unos enfermizos, dudo que haya nadie que esté más grave que yo. 

Raúl Yagüe i Diez (luthier)]




      Hasta aquí la entrevista que le hicimos a Raúl Yagüe en el año 1998, acordándonos de los dos hermanos, de Raúl e Ismael, un cariñoso y pequeño homenaje a su gran trabajo, como creadores y transmisores de la escuela catalana de guitarreros del siglo XX. 




Raúl Yagüe con Manuel Granados
Raúl Yagüe con María Jesús Castro